Nadie sabe qué es pero todo el mundo se atreve a escribir sobre ello. A componer canciones. A contar historias: ficticias, basadas en hechos reales o vividos en carne propia. Todo el mundo se atreve a opinar sobre las relaciones de los demás pero casi siempre se nos olvida hablar del amor propio. ¿O vas a negar que no es verdad?

Es la razón universal que mueve un mundo. Un mundo que cada vez gira más alrededor de lo material que el de lo intangible, desgraciadamente. El amor es el sentimiento que más te revuelve, por el que más te revelas, por el que más das. Y también es el sentimiento que más te destroza, que te hace irreconocible para el mundo exterior y sobre todo, interior. Hace que cometas las mayores locuras, travesuras, todas aquellas cosas que jamás imaginabas. Y da igual de quien. Si de un hombre o de una mujer. Da igual tu sexo, tu dogma de fe, tu edad, tu estatura, tu color de piel. El amor es el amor, aquí y en la otra punta del mundo. Y lo mejor que puedes hacer es disfrutar de el: porque te da mucha más vida de la que te quita. Porque es lo que da vida.